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LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL: POR UNA CIENCIA MÁS ÉTICA Y EFICAZ

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LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL: POR UNA CIENCIA MÁS ÉTICA Y EFICAZ

El 24 de abril se conmemora el Día Internacional del animal de laboratorio, fecha reivindicativa que busca alternativas a  esta práctica cruel y no siempre concluyente. 

 

En abril de 2021 las imágenes del trato vejatorio hacia los animales que estaban en las instalaciones de los laboratorios Vivotecnia situados en Madrid, conmocionó a la ciudadanía y movilizó a cientos de activistas que no dudaron en acudir a las inmediaciones para protestar por las prácticas llevadas a cabo y también con la finalidad de salvar a los animales. nEste hecho hizo que de nuevo se cuestionara el ‘valor’ de la ciencia sobre el sufrimiento y cuál es el papel de los animales en este ‘avance’. 

Parece evidente que estas prácticas a lo largo de la historia han abierto muchos caminos y ‘sería mentir si dijéramos que no han aportado nada. Hay científicos que aseguran que sin experimentación se hubieran conseguido otros avances más valiosos, invirtiendo en otras formas de investigación’.’, explica María González Sola, Licenciada en Veterinaria (2010) y que ejerce como tal en VeggieAnimals, además de ser cofundadora del Santuario La vida color Frambuesa.

La experimentación animal somete cada año a más de 100 millones de animales (unos 800.000 mil en España) a pruebas de todo tipo y son sacrificados, ya que legalmente un animal que ha sido usado en experimentación animal ‘no puede salir del laboratorio’. 

En la gran mayoría de los casos se utilizan ratones (59%), ratas (17%), animales de sangre fría, como pueden ser peces o anfibios (10% de los casos). También se experimenta con aves (6%), conejos, cobayas (algo más del 4%), cerdos, ovejas, cabras, vacas (1,4%) y un pequeño porcentaje de carnívoros y simios

Según el Informe de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, los objetivos de los experimentos en su mayoría son estudios de biología fundamental, investigación y desarrollo de productos humanos, así como veterinarios y odontológicos. También se utilizan animales en evaluaciones toxicológicas, de seguridad y diagnóstico de enfermedades. Pruebas militares, espaciales, educación… Y por supuesto, no hay que olvidar que en el sector cosmético todavía es legal el testeo en animales, aunque en Europa se prohibió en 2013.

Un sufrimiento sin límites

Muchas personas considerarían la experimentación en humanos como una alternativa poco ética, de hecho, no es una práctica legal, a no ser que la persona dé su consentimiento para someterse a pruebas para un beneficio propio.

En cambio, no hay trabas para que los animales sufran las consecuencias innecesarias de lo que ocurre dentro de los laboratorios.  La gran mayoría de ellos son criados con esa finalidad, aunque algunos provienen de la vida salvaje. Aunque el sufrimiento dependerá de la especie y del individuo en sí, ninguno está exento del estrés y del aislamiento. Sin contar, por supuesto, lo que sufren por las prácticas y el manejo, ‘y si el experimento en sí supone sufrimiento físico el límite es incalculable’. Ante esto, María González hace hincapié en lo terriblemente doloroso que es para los animales más sociales esta situación ya que ‘generan vínculos con los humanos que les torturan y que acabarán matándolos. Aquí hay un sufrimiento añadido que es ser traicionado por la persona que ellos consideran un referente y del que esperan recibir un buen trato’.  La gran mayoría de los animales que han servido para la experimentación son eutanasiados, ya que en muchos casos lo que interesa es investigar sus órganos y tejidos. Muy pocos tienen la oportunidad de ser adoptados (en el caso de perros o gatos), ya que depende de un veterinario determinar si han sufrido un deterioro irreversible.

Curar ratones no es curar humanos

Muchos de los experimentos en animales no son válidos cuando deben extrapolarse a otras especies o a los mismos humanos, es más, más del 50% no son aptos, por lo que las conclusiones no favorecen a nadie, y muchas veces, ni si quiera son registradas, propiciando así una futura prueba similar, con el mismo resultado.  Sobre la experimentación en animales se pronunció en 1998, el Dr. Richard Klausner ex director del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. que realizó la siguiente reflexión: “La historia de la investigación del cáncer ha sido una historia de curar el cáncer en el ratón. Hemos curado ratones del cáncer por décadas, y simplemente no funcionó en humanos.” Después de más de 200 años de investigación sobre el cáncer en animales, muchos tipos de cáncer en humanos aún no se pueden curar, y el número anual de muertes aumenta continuamente. Y es que, a pesar de compartir un elevado número de genes con primates (96%) y roedores (85%), esto no es razón de peso para que los resultados obtenidos vayan a funcionar en humanos. Porque si nos paramos a pensar, a nivel individual influyen muchos factores que hace que ya entre las personas, no asimilemos de la misma manera ciertos medicamento o terapias: la edad, el género, la raza, el metabolismo, la dieta, … ¿Cómo podemos esperar que lo que le resulta óptico para un roedor, pueda serlo para nosotros también?

Los motivos de la experimentación

Existen varios factores por los que se sigue experimentando en animales: el económico, el reconocimiento y la ‘coartada’.

‘Se mueve mucho dinero y la inversión en experimentos con animales es un despilfarro de recursos que se podrían optimizar creando alternativas con resultados menos variables’, afirma M. González. 

Y es que, al margen de la experimentación básica (aquella que se realiza por curiosidad y no con una finalidad concreta) una gran parte de esta práctica es respaldar los estudios subvencionados por empresas que esperan un resultado concreto.  Por otro lado, para tener reconocimiento en el ámbito científico un investigador debe estar presente en medios de alto impacto, (revistas como Nature o Science) donde se suele valorar los estudios basados en experimentación animal, sobre todo si los resultados han sido positivos. Y cuánto mayor sea el número de publicaciones, más fondos habrá para seguir investigando.  Y no menos importante es el factor ‘coartada’ que es la forma en que la industria farmacéutica se cubre las espaldas ante cualquier daño que pueda causar un medicamento al haber sido previamente ‘testado en animales’.

La ética y las alternativas

Las alternativas a la experimentación animal existen y además ‘son numerosas y cada vez más fiables’, asegura María González.  Mientras, los profesionales abogan y blanquean la experimentación con el principio de las 3R que lleva en vigor desde los años 60. Éstas tres prácticas consisten en: reemplazar, es decir, utilizar animales que tengan un menor umbral del dolor o no directamente optar por una alternativa que les sustituya. Reducir, limitando el número de vidas a las necesarias. Y refinar, que alude a la modificación de la cría de animales o de los procedimientos para minimizar el dolor y la angustia, así como para mejorar el bienestar de los animales utilizados en la ciencia desde su nacimiento hasta su muerte. 

Actualmente hay más de 450 alternativas aprobadas. Entre ellas están incluidas las pruebas sofisticadas que utilizan células y tejidos humanos (método in vitro), técnicas avanzadas de modelado informático (modelos in silico) e incluso estudios con voluntarios humanos. Cultivos celulares, desarrollo de métodos matemáticos y computacionales, estudios poblacionales, …

Visto el amplio abanico de alternativas, no es una cuestión de cómo hacerlo, sino de porqué seguir perpetuando este método científico que dista mucho de la empatía y el amor hacia los animales y todo sea dicho, de una sociedad más civilizada. 

‘El avance para acabar con la experimentación animal comienza con el rechazo de la sociedad y la rigidez de los comités de ética que deben declinar la mayoría de experimentos innecesarios y proponer ellos las alternativas’ afirma González. 

El interés económico es una fuerte barrera que hay que derribar, para que la ética y a moral se impongan y se creen nuevos paradigmas donde la ciencia y la conciencia fluyan hacia un futuro más bondadoso y eficaz. 



Referencias:

  1. https://www.lavanguardia.com/natural/20210409/6639126/maltrato-animal-empresa-madrid-vivotecnia-crueldad-experimentacion-animales.html
  2. https://www.veggieanimals.com/es/
    https://refugiolavidacolorframbuesa.org/
    https://www.animal-ethics.org/experimentacion-animal/
  3. https://cosce.org/informes-de-los-usos-de-animales-en-investigacion-y-docencia-en-espana-2009-2017/
  4. Informe de la comisión al consejo y al parlamento europeo 
  5. https://op.europa.eu/es/publication-detail/-/publication/04a890d4-47ff-11ea-b81b-01aa75ed71a1/language-es/format-PDF
  6.  SECAL. https://secal.es/wp-content/uploads/2018/12/Argumentario_revista_79.pdf
  7. ADDA: https://alternativaexperimentacionanimal.addaong.org/argumentos-cientificos-contra-la-experimentacion-animal/
    https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1886-58872021000100005
  8. https://alternativaexperimentacionanimal.addaong.org/argumentos-cientificos-contra-la-experimentacion-animal/
    https://ec.europa.eu/health/scientific_committees/opinions_layman/es/primates-no-humanos/glosario/pqrs/principio-tres-erres.htm#:~:text=Este%20principio%20lo%20formularon%20a,sustituyan%20el%20uso%20de%20animales.

 


Laura Jiménez Orts
Periodista y activista por los DDAA. Responsable de comunicación de la Unión Vegetariana Española. comunicacion@unionvegetariana.org

 

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