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El mundo no quiere una granja de pulpos

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El mundo no quiere una granja de pulpos

Son muchos los colectivos, asociaciones y partidos políticos los que han mostrado su rechazo a la macrogranja de pulpos desde que se anunció su posible instalación en Las Palmas de Gran Canarias a mediados de 2021.

Nueva Pescanova estudia cómo gestionar la mayor planta de cría de pulpo en cautividad del mundo, que pretende producir 3.000 toneladas al año dentro de una superficie de 52.000 metros cuadrados. Una tarea nada fácil ya que estos animales necesitan unas condiciones muy específicas para poder vivir. Ya desde 1960 se estudia cómo proceder a la crianza de este animal en cautividad de una forma exitosa, motivo por el cual no existen muchas instalaciones a gran escala.

El Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo ha llevado a cabo la mayoría de las investigaciones sobre la cría de pulpos, llegando a un acuerdo de exclusividad sobre el método de producción con la empresa gallega. Ésta aseguró mediante un comunicado de prensa que investigarían sobre el bienestar de los pulpos, reproduciendo su hábitat, para poder comenzar a venderlos a partir de 2023. Respecto a esto, según el informe de la asociación internacional Compassion in world farming, Nueva Pescanova ha anunciado que ha cerrado el ciclo de vida del Octopus vulgaris (especie que pretende explotar), pero no ha hecho pública ninguna información al respecto, ni la forma de reproducción ni el método de engorde ni de sacrificio.

granja de pulpos

Protesta en contra de la granja de pulpos

Los argumentos que rechazan este proyecto son varios, entre ellos: la falta de ética y empatía hacia estos animales, la existencia de una alta tasa de mortalidad de los pulpos en cautividad y la inviabilidad a nivel medioambiental. Por estos motivos, diferentes asociaciones en defensa de los derechos animales y del ecosistema, se están movilizando y muestran su rechazo a la instalación de la granja de pulpos bajo el hashtag #StopOctopusFarm, entre ellas la UVE.

Desde que saltó la noticia, se han producido varios actos y manifestaciones para frenar el proyecto. Una de ellas tendrá lugar el próximo día 3 de abril. Se trata de una acción conjunta internacional (Madrid, Barcelona, Londres, Nueva York, México, Zagreb…) convocada por PACMA que cuenta con el apoyo de más de 80 entidades, así como activistas y personalidades científicas de todo el mundo.

 

NO a la granja de pulpos

Desde hace décadas, los pulpos se han consumido como alimento en todo el mundo, sobre todo en países mediterráneos, Asia y México. Ahora se suman EEUU y Japón, lo que ha provocado que disminuyan las poblaciones silvestres y aumente el precio de su venta, propiciando la cría en cautividad como una opción.

Dentro del debate ético de consumir o no animales, hay que sumarle la especial condición que precede a esta especie, y es que, sus características son inadecuadas para este tipo de industria. Acostumbrados a vivir tanto en mar abierto como en el fondo marino, la vida del pulpo es solitaria y no sobrepasa los tres años. Son animales semielaborados, esto quiere decir que las hembras mueren después de haber dado a luz, tras meses de incubación donde no ingieren ningún tipo de alimento. Esta última característica es uno de los problemas con los que se encuentra la cría en cautividad.

granja de pulpos

Pulpo en su habitat natural

Actualmente existen dos prácticas de cultivo. Una es el engorde de pulpo en jaulas, siendo capturados en su hábitat y viviendo en jaulas de mar (lo cual puede producirles estrés o la muerte si no hay una buena temperatura y espacio). Por otro lado, está la cría de pulpos en tanques de tierra, donde pasan todo el ciclo de vida. Se fecundan in vitro y durante la etapa paralarval necesitan alimentos con altos índices nutricionales para poder desarrollarse correctamente. Es en aquí cuando se experimenta la mayor mortandad en la especie al no poder alimentarse como lo haría en libertad. Otro factor de mortalidad es el canibalismo y la autofagia, que surge debido a la alta densidad de población creándose jerarquías en función del tamaño del pulpo. La falta de alimento y de espacio propicia que se alimenten los unos de los otros.

Todos estos factores provocan que el 20% de los pulpos mueran en cautividad. Sin embargo, aquellos que sobreviven no correrán mejor suerte, ya que no tendrán un sacrificio que vele por su bienestar, pues no existe ninguna ley que así lo ampare. Se pueden aplicar varios métodos (químicos, mecánicos o eléctricos) pero ninguno registra el nivel de sufrimiento que supone para el animal.

Con todo lo expuesto, no hay que olvidar el impacto medioambiental. En la naturaleza, los pulpos se alimentan de cangrejos, almejas o pequeños peces. En cautividad, se necesita una gran cantidad de alimento vivo o congelado, lo que constituye una práctica insostenible. Una alternativa es alimentar a los pulpos con alimentos artificiales basados en harina y aceite de pescado, pero esto requeriría la captura de peces tan fundamentales para la cadena trófica (sardinas, anchoas, arenques…) que destruiría los ecosistemas marinos.

 

Lo que el pulpo nos enseñó
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Documental Lo que el pulpo me enseñó

A muchas personas les ha impactado la vida de estos cefalópodos tras visionar Lo que el pulpo me enseñó’. (Si no has visto esta película documental, te recomendamos encarecidamente que lo hagas).

Porque acercar la vida de los animales a la pantalla, humanizarlos de alguna manera representando sus sensaciones, sus miedos, su confianza, sus rutinas, … hace que nos identifiquemos con estos seres tan solitarios, excepcionalmente misteriosos, inteligentes y singularmente hermosos. Ver cómo se desenvuelven por las profundidades de los océanos miles de años de evolución hace que nos olvidemos de este mundo tan hostil por un momento y que, inevitablemente, frunzamos el ceño cuando leemos noticias tan aterradoras como la de seguir creando macrogranjas a costa de vidas inocentes.

Lo que el pulpo nos enseña es a vivir libremente y a tener corazón, algo que le sobra y que parece que le falte al resto del mundo.

 

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Laura Jiménez Orts
Periodista y activista por los DDAA. Responsable de comunicación de la Unión Vegetariana Española. comunicacion@unionvegetariana.org

 

 

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