El futuro es ahora: reconstruyendo el movimiento por los derechos animales
En tiempos donde la industria cárnica gana terreno con nuevas estrategias y el negacionismo climático sigue en auge, resulta imprescindible repensar y fortalecer el movimiento por los derechos animales y las alternativas plant based, ya no solo como opción sino como solución a los problemas que nos enfrentamos como sociedad: crisis climática, hambre, deforestación, maltrato animal…
Bajo esta premisa se celebró la jornada “El futuro es ahora” el pasado 14 de junio en Ecocentro (Madrid), un espacio de encuentro, reflexión y estrategia colectiva organizado por la Unión Vegetariana Española (UVE).
El evento reunió a personas clave del activismo, la educación, la nutrición y el ámbito legislativo. No fue una jornada más se abrió el debate y se cuestionaron temas tan importantes como la necesidad de renovación del activismo animal ante las nuevas amenazas.
Una mirada al presente desde múltiples ángulos
La apertura estuvo a cargo de Isabel Fernández, de Mighty Earth, quien planteó el cambio de modelo alimentario como una herramienta crucial para abordar la crisis climática. Con una exposición clara y basada en datos, invitó a tomar conciencia sobre cómo el consumo de productos animales alimenta un sistema insostenible.
A continuación, Silvia Barquero, fundadora de Empatía y figura histórica del movimiento animalista en España, trazó un recorrido emocional e ideológico por el pasado, presente y futuro del activismo por los animales. Con tono firme, pero propositivo, lanzó una idea que resonó a lo largo de toda la jornada: es momento de rearmar un movimiento unido, fuerte y estratégico.
Eva Rincón, una de las representantes del Plant Based Treaty en España, presentó esta campaña internacional como un instrumento de acción concreta para gobiernos locales que deseen apostar por una transición hacia dietas basadas en vegetales. Su intervención conectó ecología, salud y justicia social.
Desde el ámbito educativo, Mery Ocaña (@unaprofeverde) aportó claves fundamentales para introducir el antiespecismo en las aulas. Defendió la educación como semilla del cambio cultural y ético que necesitamos sembrar en las nuevas generaciones.
El aspecto nutricional fue abordado por Víctor Suárez (@biovictorsuarez) quien desmontó mitos sobre la alimentación vegana y destacó sus beneficios para la salud pública. En su intervención, subrayó la necesidad de acercar la nutrición vegetal a todos los públicos como hábito para la prevención de enfermedades y una mayor esperanza de vida.
Jesús del Saz, del Observatorio de Bienestar Animal, ofreció una mirada política sobre el contexto legislativo actual. Alertó sobre los retrocesos y las amenazas que sufre la ley de protección animal, insistiendo en la importancia de estar organizados y presentes en el espacio institucional.
Cerró la jornada Jaime Posada, de AnimaNaturalis, con una reflexión sobre la tauromaquia, su retroceso y la necesidad de seguir presionando hasta erradicar completamente estas prácticas violentas del imaginario cultural a través de la ILP No es mi cultura.
Un debate necesario
Lo más valioso del encuentro, sin embargo, no fue solo lo que se dijo desde el escenario, sino lo que se generó entre charla y charla y entre las preguntas del público: una urgencia compartida por rehacer comunidad, por dejar atrás la fragmentación y construir alianzas capaces de frenar la maquinaria del maltrato institucionalizado.
El diagnóstico fue claro: el movimiento por los derechos animales necesita reencontrarse, renovar su lenguaje, abrirse a otros sectores y volver a tener un plan común. La industria cárnica no ha parado. El activismo no puede dormirse, porque si no ocupamos todos los espacios, ‘lo harán ellos’.
“El futuro es ahora” fue una jornada de esperanza, pero también de responsabilidad. Un recordatorio de que no basta con resistir. Hay que avanzar, tejer redes, sumar y volver a creer en la fuerza colectiva.
Porque si algo quedó claro ese día, es que los animales no pueden esperar.