El Refugio del Burrito: praderas, cuidados y paz.
‘Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro’.
Así comienza ‘Platero y yo’ de Juan Ramón Jiménez la obra del burro más famoso de la literatura española (y universal). Y es que estos animales siempre han estado muy ligados a nuestro país, a la vida rural y en consecuencia, a historias, cuentos y poemas donde no siempre han salido muy bien parados, siendo víctimas de burlas por parte de los más ignorantes.
Porque de los burros se ha dicho que son cabezones, aburridos, lentos y bobos, … pero nada más lejos de la realidad. ‘Estos mitos están muy influenciados por nuestro lenguaje cotidiano. Los burros son animales con un gran instinto de autoconservación, y no siempre hacen lo que les pedimos las personas, pero es más sencillo etiquetar al burro como terco y cabezota que analizar qué factores están influyendo en su comportamiento o si el burro percibe algún peligro en lo que se le está pidiendo que haga’, comenta Cecilio Cobos, Responsable de Comunicación en El Refugio del Burrito y trabajador desde 2016.
Cecilio explica que estos animales tienen una excelente memoria y que son capaces de aprender y resolver problemas tan rápido como los delfines y los perros. Además, son muy cariñosos y sociables, creando lazos de amistad con otros de su especie que pueden durar toda la vida.
El Refugio del Burrito, está ubicado en Fuente la Piedra (Málaga). Se fundó en 2003, siendo la primera subsidiaria europea de The Donkey Sanctuary, una organización británica sin ánimo de lucro, con más de 50 años de historia. Cecilio hace memoria sobre ello: ‘Todo comenzó en 1969 cuando la Dra. Elisabeth Svendsen, nuestra fundadora, acogió su primer burro “Naughty Face” (cara traviesa). Fue amor a primera vista. A los pocos años recibió una herencia de 204 burros, siendo éstos los primeros de los 20000 que The Donkey Sanctuary cuidaría en toda su historia’
Seguimos indagando con Cecilio sobre la vida de los burros, de cómo es este refugio y de su día a día.
¿Cuántos animales residen a día de hoy en El Refugio del Burrito? ¿Son todos de aquí o también llegan burros de fuera?
Actualmente tenemos 230 animales a nuestro cargo. La mayoría son burros, pero también tenemos mulos y burdéganos (cruce entre un caballo y una burra). En su mayoría vienen de toda España, pero algunos de nuestros burros llegaron a El Refugio del Burrito desde Francia o Italia, como son los casos de Toto y León respectivamente.
¿Cuáles son los diferentes motivos por los que los burros y otros animales han acabado allí? ¿Han sido abandonados, explotados…?
Los más comunes son decomisos y casos de abandono, por ser animales que necesitaban cuidados especiales que sus dueños no podían prestarles.En la actualidad estamos trabajando para emplear nuestros recursos para asegurar que nuestra ayuda pueda llegar a más burros. Esto es: implicándonos activamente en causas que insten a la aplicación y mejora de las leyes en materia de bienestar animal y realizando campañas de concienciación y educación sobre la tenencia responsable de équidos.
Respecto a los tipos de explotación, la casuística es diversa, pero muchos de ellos fueron abandonados cuando no podían trabajar o se había omitido por parte de los dueños el deber de proporcionarles cuidados básicos.
Y cuando los rescatáis ¿en qué estado se encuentran? ¿Qué tipo de lesiones tienen?
La mayoría de ellos son animales geriátricos, que han sido abandonados cuando ya no pueden trabajar o no son “útiles”. Nuestros veterinarios realizan un examen completo a cada burro que llega al refugio, valorando su dentadura, cascos, condición corporal y estado músculo-esquelético, tomando muestras de sangre…
En general, en los animales geriátricos presentan un alto riesgo de enfermedad dental dolorosa de moderada a grave, y problemas crónicos de casco como la laminitis (hinchazón) o condiciones musculoesqueléticas crónicas como la osteoartritis (artritis en diferentes articulaciones).
Por otro lado hay una falta grave de cuidados preventivos como los cuidados rutinarios dentales, limado de cascos, desparasitaciones, vacunaciones…
Una vez llegan a El Refugio del Burrito, ¿cómo es su vida?
Nuestros burros viven en prados, con acceso permanente a sus cuadras para que entren y salgan a placer. Estos prados están divididos en grupos en función de su edad, estado de salud, dieta… para poder atender sus necesidades adecuadamente.
Una vez a la semana (como mínimo) viene el veterinario, para revisar que todo esté bien, cada 8-10 semanas el herrador les recorta los cascos. El dentista también nos visita y los animales reciben tratamientos dentales como mínimo una vez al año, aquellos con patologías o problemas son revisados con más frecuencia.
Por lo demás, viven tranquilamente: pasan el día comiendo, bebiendo, jugando y a veces tienen la suerte de recibir la visita de sus padrinos y madrinas.
Quien tenga un poco de contacto con los burros sabe que son animales que evocan mucha ternura ¿por qué?
Yo diría que su estatura, sus largas orejas y suaves hocicos, hacen que tengan un aspecto muy particular y adorable. Si a esto le sumas que son animales muy sociables y cariñosos, ¡es imposible que no despierten ternura!
Con más de doscientos animales a vuestro cargo seguro que hay muchas historias interesantes y que guardéis con cariño, unas más tristes que otras. Cuéntanos alguna.
Una de las historias más especiales de El Refugio del Burrito es la de nuestra burrita del programa de apadrinamiento Alicia y su madre, Nana.
La madre de Alicia había sufrido una vida de dejadez y abandono: pasó por hasta 16 dueños en tan solo once años. El último la cambió por un viejo vespino. Cuando Nana llegó a nuestro refugio estaba tan delgada y en tan malas condiciones que no pudimos sospechar que estuviese preñada, pero justo un mes después y por completa sorpresa, ¡nació Alicia y justo el día de la madre!
Por desgracia, Nana falleció un año más tarde, aunque se fue con la tranquilidad de que dejaba a Alicia en buenas manos.
El mantenimiento de estos animales debe acarrear muchos gastos, ¿cómo se sustenta el refugio?
El refugio se financia íntegramente gracias a donativos y en parte a herencias. La generosidad de las personas que nos apoyan es lo que hace posible que podamos ayudar a cuidar y proteger a cada día más burros y mulos.
Cualquier persona puede apoyar nuestra labor realizando un donativo, apadrinando uno de nuestros burros o comprando artículos en nuestra tienda. Actualmente tenemos una camiseta en preventa para ayudarnos a captar fondos y así poder continuar con nuestra labor.
Si queréis conocer más sobre la labor de El Refugio del Burrito, os invitamos a que visitéis su web y os animamos a que colaboréis o bien haciendo algún donativo, apadrinando o comprando algún detalle en su tienda online.
Laura Jiménez Orts
Periodista y activista por los DDAA. Responsable de comunicación de la Unión Vegetariana Española. comunicacion@unionvegetariana.org