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Desmontando mitos I: No podría ser veganx porque me gusta comer

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comida vegana

Desmontando mitos I: No podría ser veganx porque me gusta comer

No sé si os lo han dicho alguna vez, pero a mí me ha pasado un montón de veces. Según una persona se entera de que soy vegana y antes de preguntarme si quiera que qué como, suelen afirmar:

“Uf, vegana, yo no podría porque me encanta comer”

Me encantaría ver la cara que se me queda en ese momento porque debe ser un cuadro.

De todos los mitos que se utilizan para desmontar el veganismo este creo que es de los que más me ofende a título personal (dejando a un lado que se intente justificar la explotación animal, claro). Porque simplemente esa persona asume que lo que yo como no está bueno. Y es que para empezar, yo soy una persona que ama comer.

No hay por dónde coger este argumento:

– ¿De verdad piensas que no como?

– ¿De verdad piensas que no me gusta comer y que por ese motivo elijo alimentos que están malos?

– ¿De verdad piensas que alguien elegiría martirizarse para siempre comiendo comida sosa y aburrida como opción de vida cuando la alimentación es una necesidad básica y un acto que se realiza unas 3-5 veces al día?

– ¿Por qué crees que la comida vegana es sosa? ¿No te gustan las lentejas que hacía tu abuela o la tostada de pan con tomate?

– Antes de presuponer que como lechuga iceberg a mordiscos, ¿por qué no me preguntas qué tipo de platos como o te informas mínimamente? Verás que son muy parecidos solo que yo como las versiones veganas de esos mismos platos, o que de hecho tú ya comes muchas veces comida vegana.

Podrás ver también que las personas vegetarianas y veganas tienen una amplia variedad de comidas, platos y preparaciones, y que por lo general comen lo mismo que los omnis pero en versión vegana.

Porque, a día de hoy, que yo sepa se puede veganizar prácticamente todo. Según lo que queramos simular, es cierto que lleva más tiempo si lo quieres hacer en casa, sobre todo si hablamos de sustitutos que se parezcan mucho. Y sí, es más caro si lo quieres comprar hecho en comparación con la versión animal. Pero es que no es necesario. Además de poco recomendable para el día a día a nivel de salud.


stop eating animalsSimplemente con soja texturizada ya podemos hacer boloñesa, rellenos de verduras o de lasañas y canelones, hamburguesas, albóndigas… Con levadura nutricional podemos obtener el sabor del queso para hacer un parmesano, una salsa para pasta, o untables. Tenemos una amplia variedad de bebidas y yogures vegetales de buena calidad. Las hamburguesas pueden hacerse de legumbres, como filete o trozos de “carne” tenemos el tofu, tempeh o el seitán. Y para sustituir al huevo depende mucho de la preparación, pero con tofu se pueden hacer revueltos, con harina de garbanzos tortillas, y con semillas de lino o chía y agua, o con plátano, podemos hacer “huevo” para amalgamar.

La gente que me conoce de cerca sabe que me encanta comer, de siempre, me encanta fijarme en si lo que como es sano, eso sí, aunque no por norma general. Los ultraprocesados han formado parte de mi dieta siempre, aunque nunca han sido la base de mi alimentación.

Me encanta comer y siempre he comido a dos carrillos. Me encanta llenarme, y las únicas veces que me he limitado han sido en mi etapa de transición al vegetarianismo, cuando quería comer menos carne y pescado pero no me atrevía a dar el paso. Reduje mi porción en el plato poco a poco con la escusa de que no me gustaba. Pero realmente lo que no me gustaba no era el sabor, si no que fuese un animal.

El resto del tiempo, he sido siempre una persona con un apetito bastante superior al de la media. Me cuesta llenarme con un plato normalito y me encanta sentirme saciada. Así que siempre he comido unas 5 veces al día y sin privarme de nada. 

Eso no ha cambiado al hacerme vegana. Me ha costado un tiempo de adaptación y de autoconocimiento reconocer mis raciones con alimentos de origen vegetal para llenarme y saciarme. Pero como, como mucho, y como delicioso.

Soy una persona que disfruta una barbaridad con la comida y con el acto de cocinar como autocuidado y momento de ocio. Es un placer como pocos. Y como persona que ha comido durante la mayor parte de su vida alimentos de origen animal, y platos con esos alimentos, los busco en mi alimentación actual. Es por eso que me encanta tanto veganizar platos.

La gastronomía es importante y tener la opción de seguir comiendo lo que te gusta y has comido siempre, pero en su versión vegana, es para mí clave, y lo que me mueve a la hora de crear recetas.

Adoro hacer salsas de quesos, arroces y paellas, patatas guisadas, alioli, tortilla de patata, hamburguesas, filetes, pizzas, pasta… No he tenido que renunciar a mis sabores y texturas favoritos, sino que los he reinventado para que el maltrato animal se reduzca en gran medida. Y también para evitar seguir quitándole años de vida al planeta. Igual que lo quiero para mí y para todas las personas. 

Así, como resultado tenemos platos que me llenan más, física y psicológicamente.

Así que por favor, está todo mal en esa frase que comentábamos al principio. Como, me encanta comer y lo disfruto como pocas cosas en este mundo. La comida vegana es sabrosa si se conocen las técnicas y se tienen las herramientas adecuadas. Para mí fue Youtube, Instagram, algún libro, y ensayo y error.

Las personas veganas no somos mártires, buscamos como cualquier otro ser vivo el placer.

Hay recetas veganas para todo, y cuando te importa que los animales estén fuera de la ecuación, concibes ese plato como lo más delicioso. La comida adquiere una nueva dimensión dentro de todas las que tiene, y que es la de alimentar el alma.

 


Cristina Casado
Dietista-nutricionista graduada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Valladolid y especializada en Nutrición Clínica y Deportiva Vegetariana y Vegana por el Instituto de Ciencias de la Nutrición y la Salud.
Para más información o contacto puedes enviar un mail a nutricion@unionvegetariana.org

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