La batalla legal por un menú vegano escolar: El esfuerzo de Noelia Estraviz por sus hijas
Noelia Estraviz ha luchado legalmente para que sus hijas reciban un menú vegano en su colegio, una ikastola, ya que las opciones disponibles no cubrían sus necesidades. Las niñas salían del comedor con hambre y Noelia reclamó la falta de alternativas alimenticias. La demanda fue presentada ante los tribunales debido a la negativa de la institución educativa a ofrecer menús adaptados a una dieta vegana.
En 2015, Noelia Estraviz vivió un cambio importante cuando su hija mayor, de solo cuatro años, decidió dejar de comer carne tras descubrir de dónde provenía. Al compartir esta sensibilidad, Noelia apoyó la decisión de su hija y trató de implicar al colegio, pero la respuesta fue limitada. La escuela simplemente eliminó los productos animales del menú sin ofrecer alternativas nutritivas, lo que dejó a las niñas con hambre al finalizar las comidas. A pesar de los esfuerzos de Noelia para hacer comprender la situación al colegio, el cocinero se negó a ofrecerles un menú adecuado y las opciones disponibles eran insuficientes. La situación se agravó cuando, con el tiempo, la hija menor decidió seguir la misma dieta, pero las niñas no recibían la nutrición que necesitaban.
Durante ese periodo, la hija mayor comenzó a sufrir bullying por sus compañeros. Comentarios crueles sobre su dieta vegana y comentarios alarmistas sobre su salud, como “te vas a morir” o “te faltan vitaminas”, provocaron angustia en la niña. A pesar de la ansiedad que vivían, Noelia y su esposo continuaron luchando para que el colegio proporcionara un menú vegano equilibrado. Tras varias reuniones y promesas incumplidas, la madre demandó al colegio por violar la Ley de Seguridad Alimentaria, que exige que los menús escolares sean supervisados por nutricionistas y garanticen una alimentación adecuada.
La situación en el colegio se tornó insostenible, tanto para las niñas como para la familia. El colegio decidió retirar el menú vegano a mitad de curso como represalia, lo que obligó a Noelia a alterar su rutina y dejar de trabajar para llevar a sus hijas a casa a comer. Además, la hija mayor, al pasar a la ESO, tuvo que comer todos los días en un táper, a menudo en el coche, debido a los horarios incompatibles del colegio. La situación también empeoró con el acoso constante de los compañeros, quienes burlaban de ellas durante actividades escolares, haciendo comentarios como “viva la carne” o “viva la matanza de cerdos”. La madre denunció varias veces estos episodios, pero los problemas continuaron.
El conflicto con la ikastola afectó profundamente el bienestar emocional de las niñas, y Noelia llegó a sentir que el colegio se había convertido en un lugar inseguro para ellas. La lucha por un menú vegano y libre de acoso se convirtió en una cuestión no solo alimentaria, sino también emocional y de derechos, lo que llevó a la familia a buscar justicia más allá del ámbito escolar.
Finalmente, Estraviz decidió cambiar a sus hijas de colegio uno donde ofrecieran un menú vegano y no sufrieran acoso. Sin embargo, la madre ha persistido en su lucha legal, pues considera injusto el trato recibido por sus hijas y quiere evitar que otros menores se enfrenten a la misma situación. A raíz de este problema, en 2019 fundó la asociación Familias Unidas por un Menú Vegano Escolar (FEUMVE), con el objetivo de apoyar a otras familias y promover la dieta vegana en los colegios españoles.
Estraviz ha recibido dos rechazos judiciales en su lucha por un menú vegano en la escuela de sus hijas. El último fallo (el pasado mes de febrero de este 2025), en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa concluyó que, al ser un centro privado, el colegio no está obligado a ofrecer este tipo de menú ni a seguir pautas nutricionales. Aunque un informe de la Consejería de Sanidad vasca lo contradice, la sentencia considera que las demandas de la madre no son aplicables. La madre critica que el juez no haya considerado el valor nutricional de los menús ofrecidos a las niñas. Además, tampoco han tenido en cuenta que el bullying sufrido constituyera acoso. Noemi ha comunicado en redes sociales que: “Los magistrados consideran que el esfuerzo del colegio de sustituir ingredientes de origen animal por lechuga en lugar de ofrecer alternativas nutritivas es suficiente, aunque la lechuga no ofrece el mismo valor nutricional que las legumbres. Además, la falta de importancia dada al acoso reiterado a la menor por ser vegana refleja una preocupante indiferencia ante el sufrimiento de los niños”.
La familia planea apelar al Tribunal Supremo y tiene hasta el 14 de marzo para presentarla pero deben conseguir primero apoyo económico para continuar su lucha, ya que son conscientes del coste económico que supone.
Si deseas ayudar en este proceso judicial, puedes hacerlo a través de PayPal o transferencia bancaria.
Cualquier ayuda es bienvenida.
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ES29 0073 0100 5905 0617 5374
Familias unidas por un menú vegano escolar inclusivo y de calidad