Menús veganos en los colegios: el caso de Palma
Ha sido un año duro e innecesario ya que cuando solicité el menú vegano ya dije que si no era posible me facilitaran los medios de conservación y calentamiento para llevar el túper desde casa. La solución siempre la tuvieron delante.
– Gracia Osuna, madre del menor afectado
La batalla por el reconocimiento del veganismo en los comedores escolares ha vuelto a la actualidad con el caso de una madre en Palma, que ha saltado a los medios de comunicación y ha avivado este debate que sigue sin resolverse para las familias afectadas en España, ya que la ley no ampara los menús veganos en los colegios.
La historia comenzó cuando el hijo de Gracia Osuna, de 5 años y vegano como gran parte de su núcleo familiar, comenzó a tener problemas en el comedor escolar al no poder acceder a un menú 100% vegetal cada día.
Ante esta situación, la familia solicitó al colegio que le proporcionara un menú acorde a su elección, algo que en principio parecía viable si se tiene en cuenta que otros niños con necesidades dietéticas específicas (por alergias o enfermedades e incluso motivaciones religiosas) sí reciben menús adaptados.
Sin embargo, la respuesta del colegio fue negativa. Argumentaron que no tenían la obligación de ofrecer un menú vegano y que tampoco era posible llevar la comida desde casa por lo que le ponían el menú basal con carne .
Durante meses, la madre intentó resolver la situación por vías administrativas, presentando peticiones y tratando de dialogar con el centro y con las autoridades educativas. Sin éxito en su reclamación, decidió llevar el caso a la opinión pública y nunca ha descartado la vía judicial.
Finalmente el centro escolar, tras reunirse con Educación ha propuesto como solución que el menor pueda llevar su propia comida al CEIP Rafal Vell para poder comer un menú libre de alimentos de origen animal. Al tratarse de un caso excepcional, la normativa sanitaria lo permite si el mismo centro lo autoriza.
Gracia Osuna, la madre del menor, considera que ha sido un año duro e innecesario ya que ‘cuando solicité el menú vegano ya dije que si no era posible me facilitaran los medios de conservación y calentamiento para llevar el túper desde casa. La solución siempre la tuvieron delante’. Como madre afectada ‘estoy agradecida porque mi hijo no se encontrará en la situación de que le sirvan animales en su plato, pero como activista por los derechos de los animales considero que sigue siendo un parche y que el colectivo vegano necesita soluciones reales para que no vuelva a darse la situación que hemos vivido en mi familia’.
Por su parte, Educación, Salud y Agricultura conformarán una mesa para ver si se introduce o no el veganismo y otras opciones dentro de las excepciones que justifican pedir un menú escolar adaptado por “motivos culturales”.
Cabe destacar que este no es un hecho aislado, sino una problemática creciente que ya ha generado conflictos similares en otros puntos de España, como el País Vasco. Asociaciones como Feumve y Esveco, luchan cada día para que las familias con menores veganos puedan tener el derecho de acceder a opciones veganas y vegetarianas en los comedores de sus escuelas.
Las niñas de Euskadi: otro caso de exclusión en los comedores escolares
La historia de Palma recuerda a lo sucedido en 2022 en la ikastola Haurtzaro, en Oiartzun (Gipuzkoa). Allí, una madre pasó por una lucha similar al exigir un menú vegano para sus hijas, de 7 y 11 años, quienes también habían decidido no comer productos de origen animal por razones éticas.
Durante ocho años, la familia solicitó una alternativa vegana en el comedor escolar, sin éxito. La madre denunció que la negativa del colegio llevó a que sus hijas tuvieran que conformarse con opciones insuficientes, sintiéndose discriminadas frente al resto de sus compañeros.
La tensión escaló cuando el colegio supuestamente amenazó con expulsar a las niñas si la familia insistía en su demanda. Aunque el centro negó que existiera tal amenaza, el conflicto puso de manifiesto una vez más la falta de reconocimiento del veganismo como una opción legítima dentro del sistema educativo español.
La postura de la UVE: un cambio legal es urgente
Cada vez más familias en España se enfrentan a situaciones similares en colegios y otros ámbitos, como hospitales, universidades e incluso residencias de ancianos. La falta de menús veganos en estos espacios genera discriminación y obliga a muchas personas a buscar soluciones improvisadas, a pesar de que la alimentación basada en vegetales está respaldada por organismos internacionales como la ONU o la FAO por sus beneficios éticos, ambientales y de salud.
Ante esta creciente problemática, la Unión Vegetariana Española (UVE) insiste en la necesidad de una legislación que garantice la inclusión de menús veganos en colegios y otros espacios públicos. Países como Portugal ya han dado pasos en esta dirección, estableciendo por ley la obligación de ofrecer una opción 100% vegetal en los comedores escolares desde 2017.
La negativa de algunos centros a proporcionar esta opción no solo supone una barrera innecesaria para quienes eligen el veganismo, sino que también perpetúa una discriminación que podría resolverse fácilmente con una normativa clara y justa, ya que la alimentación vegana no es solo una preferencia personal, sino una cuestión de derechos.
La solución está en la legislación. La pregunta es: ¿Cuánto más tendrán que esperar las familias veganas para que su derecho a una alimentación acorde a sus principios sea reconocido y respetado?